sábado, 13 de septiembre de 2014

EL TALISMÁN.

Había una vez un hombre que recogió un talismán. De un lado había una escritura indescifrable, del otro la inscripción: “Talismán para transformar piedras y oro”.
Llevó el talismán a un lugar cubierto de piedras y, con la fórmula apropiada para tales operaciones, dijo: “Talismán, haz tu trabajo”. En un abrir y cerrar de ojos, el talismán se había convertido en piedra. 

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