lunes, 8 de septiembre de 2014

EL VUELO.

(RICHARD BACH)
La mayoría de las gaviotas sólo se molestan en aprender las normas de vuelo más elementales como ir y volver de la playa a donde está la comida. Para la mayoría de las gaviotas no es volar lo que importa, sino comer. Para Juan Salvador Gaviota, sin embargo, no era comer lo que importaba, sino volar. Más que nada en el mundo, lo que amaba era volar.
Este modo de pensar descubrió que no era la manera de hacerse popular entre los demás pájaros. Hasta sus padres se desilusionaron al ver a Juan pasarse días enteros, solo, haciendo cientos de planeos a baja altura, experimentando.
- Mira, Juan –dijo su padre con cierta ternura- si quieres estudiar, estudia sobre la
comida y como conseguirla. Esto de volar es muy bonito, pero no puedes comerte un planeo, ¿sabes? No olvides que la razón de volar es comer.
…Y así, fue Juan la primera gaviota de este mundo en realizar acrobacias aéreas.
Cuando Juan Salvador Gaviota volvió a la bandada, era de noche. Estaba mareado y rendido. “Cuando sepan –pensó- lo del descubrimiento, se pondrán como locos de alegría. ¡Cuánto mayor sentido tiene ahora la vida! En lugar de nuestro lento y pesado ir y venir a los pesqueros. ¡Hay una razón para vivir! Podemos alzarnos sobre nuestra ignorancia, podemos descubrirnos como criaturas de perfección, inteligencia y habilidad.
¡Podemos ser libres! ¡Podemos aprender a volar!”. 

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