miércoles, 5 de noviembre de 2014

EL DESPERTAR

Un tigre no pierde el sueño por la opinión de las ovejas ...
Una vez una tigresa atacó un rebaño de ovejas. Al saltar entre el rebaño, dio a luz un cachorro y murió de inmediato. Pero el cachorro sobrevivió y se crió entre las ovejas. Las ovejas pacían y el cachorro hacía lo mismo; ellas daban balidos y el cachorro las imitaba. Con el paso del tiempo, el cachorro se convirtió en un tigre grande. Un día, otro tigre llegó al lugar y atacó el rebaño, pero quedó sorprendido al ver a un tigre pacer entre las ovejas. Lo agarró del cuello, pero el joven tigre comenzó a balar como una oveja. El viejo tigre, sin embargo, lo arrastró hasta una laguna y mostrándole las imágenes de ambos reflejadas en el agua dijo: “Mira, tu forma es similar a la mía. Tú eres un tigre como yo. Como este pedazo de carne”.
Diciendo esto, le puso carne en la boca por la fuerza. Al principio, el tigre joven no quiso comerla de ningún modo. Daba balidos y decía que él era una oveja. Pero cuando sintió el gusto de la sangre, su instinto latente se despertó y comenzó a comer la carne. Entonces, el viejo tigre dijo: “¿Has comprendido ahora que tú eres lo mismo que yo? Por lo tanto, ven conmigo a la selva”. 


1 comentario:

  1. Uno es lo que cree ser. Es tu interior el que manda. Si tu instinto te dice que eres feo, así te ves por muy guapo que seas.
    Influye más lo de dentro en lo de fuera, que lo de fuera en lo de dentro. Debemos cuidar nuestro interior si queremos ser felices.
    "La sensación más grata, la paz interior".

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