viernes, 28 de noviembre de 2014

LA SORTIJA MÁGICA.

(BRUNO FERRERO)
Un rey convocó a la corte a todos los magos del reino y les dijo:
-Querría ser siempre un buen ejemplo para mis súbditos. Presentarme siempre como un hombre fuerte y seguro, sereno e impasible frente a las vicisitudes de la vida. Me ocurre a veces que me encuentro triste o deprimido por una mala noticia. Otras veces una alegría imprevista o un gran éxito me ponen en un estado de sobreexcitación anormal. Todo esto no me gusta. Me hace sentirme como una brizna que lleva el viento de la suerte. Fabricadme un amuleto que me proteja de estos estados de ánimo y estos cambios de humor, tanto tristes como alegres.
Uno tras otro, los magos se echaron atrás. Sabían hacer amuletos de todas clases para los incautos que se acercaban a pedirles ayuda, pero no era fácil engatusar a un rey. Y a un rey que, además, pretendía un amuleto de efecto tan difícil.
El rey estaba a punto de estallar de ira, cuando se adelantó un viejo sabio que dijo:
-Majestad, mañana te traeré el anillo que buscas. Cada vez que lo mires, si estás triste te pondrás alegre y si ten encuentras nervioso, podrás calmarte. Simplemente bastará que leas la frase mágica en el anillo grabada.
Al día siguiente el viejo sabio volvió y, en medio de un silencio general, ya que todos tenían curiosidad por conocer la frase mágica, alargó el anillo al rey.
El rey lo miró y leyó la frase grabada sobre el aro de plata: “También esto pasará”. 

 

1 comentario:

  1. Una vez leí un manual de psicología que trataba sobre el comportamiento humano y decía que ante un contratiempo o una desgracia hay que decir: ¿Y qué? podemos seguir adelante.
    Yo me remito a una oración de Sta. Teresa:

    Confianza y fe viva,
    mantenga el alma,
    que quien cree (Fe) y espera (Paciencia),
    todo lo alcanza.

    Vénganme contratiempos,
    cruces, desgracias,
    siendo Dios mi tesoro,
    nada me falta.

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