lunes, 26 de enero de 2015

EL ESCLAVO Y EL FILÓSOFO.

(PARÁBOLA MUSULMANA)
Un pashá cruzaba el mar en su barco cuando se levantó una terrible tormenta. Uno de sus esclavos persas, quien nunca se había alejado de tierra antes, empezó a llorar, gemir y gritar con tal terror que nadie le podía consolar.
Al fin el pashá gritó enojado: “¿No hay nadie a bordo que pueda callar a este cobarde?” Un filósofo observó un momento al esclavo y luego llamó a varios marineros. “Tírenlo al agua”. Así lo hicieron, y empezó a ahogarse, agitándose desesperado, y sus gritos eran terribles de escuchar. “Ahora recójanlo”, ordenó el filósofo. El esclavo subió en silencio, sin llantos ni gritos.
“¿Cómo explica usted esto?” A lo cual contestó el hombre sabio: “Antes de sentirse ahogar no podía apreciar la hermosa seguridad del barco”.
Para los ángeles del Paraíso, Purgatorio es infierno. Pero para los condenados al infierno, Purgatorio es Paraíso. 

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