lunes, 9 de febrero de 2015

LA HERENCIA.

(ANTHONY DE MELLO)
Un discípulo se acercó a su Maestro y le dijo:
“Maestro, yo soy un hombre rico y acabo de heredar una gran fortuna. ¿Cómo debo emplearla para que redunde en mi provecho espiritual?”.
Le dijo el Maestro:
“Vuelve dentro de una semana y te daré una respuesta”.
Transcurrida la semana, regresó el discípulo, y el Maestro, suspirando, le dijo:
“La verdad es que no sé que decirte. Si te digo que des el dinero a tus parientes y amigos, no obtendrás ningún bien espiritual. Si te dijo que lo entregues al templo, sólo conseguirás alimentar la avaricia de los sacerdotes. Y si te digo que se lo des a los pobres, te enorgullecerás de tu caridad y caerás en el pecado de la soberbia”.
Pero, como al discípulo le urgía una respuesta, el Maestro acabó diciendo:
“Está bien; da el dinero a los pobres. Al menos ellos se beneficiarán, aunque tú no lo hagas”. 

1 comentario:

  1. No sé la intención del señor Anthony de Mello al decir qaue se lo dé a los pobtres, Jesús quería decir a los más necesitados. Y si se me permite, es difícil que un soberbio se desprenda de lo que tiene, la soberbia es propia de las personas egoístas, y estas son incapacees de desprenderse de lo que tienen, al contrario, más bien de acaparar más.

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