lunes, 29 de agosto de 2016

CONSUELO PARA EL DEMONIO.

ANTHONY DE MELLO.
Una antigua leyenda cristiana:

Cuando el Hijo de Dios fue clavado en la cruz y entregó su Espíritu, descendió inmediatamente a los infiernos y liberó a todos los pecadores que allí sufrían tormentos.

Y el demonio se afligió y lloró, porque creía que ya no conseguiría más pecadores para el infierno.

Entonces le dijo Dios: "No llores, que yo he de enviarte a todas esas santas personas que se complacen en la autoconciencia de su bondad y de su santurronería y en la condenación de los pecadores. Y el infierno volverá a llenarse una vez más, durante generaciones, hasta que decida yo regresar de nuevo".

1 comentario:

  1. Ningún pecasdor que se arrepiente de sus pecados va al infierno; no ocurre lo mismo con los que nos tenemos por santos y caemos en el peor de los pecados, el de la soberbia y la autocomplacencia.

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