domingo, 9 de octubre de 2016

PARÁBOLA DE LA MONTAÑA.


"En marcha". Ed. Marova.

Alberto, 16 años, está completamente fuera de sí de contento por el descubrimiento que acaba de hacer: Ana, 16 años. La ama hasta la obsesión.

- Jamás podréis comprender hasta qué punto la amo. Estamos de verdad hechos el uno para el otro.

Y así le respondió el sabio:

- Había una vez un hombre que no había salido nunca de su pueblo. Un domingo fue a pasearse por las montañas que rodeaban el pueblecito. "¡Oh! -dijo-, que fenómeno es esto. Voy a construir aquí mi chalet".

"Espera un poco - le dijo su amigo - ¿has visto la sierra de Navacerrada?". Tres meses después conoció la sierra. "Esto es mucho mejor. Además, estos pinos me recuerdan un poco al paisaje de mi pueblo. Sí, aquí voy a construir mi chalet".

"¿Conoces las montañas y los pueblecitos de Gredos?", le preguntó su amigo. En vacaciones marchó a Gredos, y vio los pueblecitos perdidos entre la montaña, tranquilos, sin ruidos... frescos, y dijo: "Esto es mucho más ventajoso. Es el terreno ideal". 

"¿Conoces los Pirineos?" le preguntó de nuevo su amigo. Y allá se fue por Navidad. Los jóvenes hacían esquí, el cielo estaba despejado, el paisaje era, ciertamente muy distinto, pero dijo: "Aunque esto está un poco más lejos que Gredos, creo que es esto con lo que soñaba. Ya está decidido. Es aquí donde, al fin, voy a construir mi chalet".

1 comentario:

  1. Una cosa es el amor y otra la atracción. El primero difícilmente se apaga con el tiempo, el segundo sí, en cuanto conoces algo que te causa una mayor admiración

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